Transformación Digital
¿Qué es?
Algo sobre lo que generalmente solemos enfatizar con el equipo de Digital Strategy es que la transformación digital no es sinónimo de comprar por comprar tecnología (software, hardware y comunicaciones).
La transformación como tal se enfoca en el cambio de paradigmas que impacten tanto en los procesos como en las personas hacia adentro y fuera de la organización.
Para aprovechar al máximo los beneficios de la era moderna, las empresas deben estar preparadas para evolucionar a la velocidad que requiere la nueva era de la industria, la “Industria 4.0”.
La tecnología hoy por hoy se ha convertido en el centro de cada proceso y la cadena de valor de las organizaciones. Atrás quedaron aquellos años en los que se consideraba un gasto para ser una inversión que bien manejada promete un retorno de inversión “ROI” rápido.
La transformación digital representa un cambio fundamental en la forma en que los ejecutivos estructuran, administran y dirigen sus organizaciones; la tecnología se ha movido al centro de cada proceso de negocio influyendo directamente en la experiencia del cliente e impactando directamente sobre su competitividad de la empresa.
Al usar la tecnología como base para el cambio cultural, las compañías pueden identificar personas influyentes, que no solo transmiten sentimientos positivos, sino que son verdaderos innovadores y crean un efecto similar a su alrededor.
Una organización que busca dar un paso hacia la transformación digital primero debe autoevaluarse “digital” y comenzar por:
- Evaluar sus procesos actualmente.
- Cómo se comunican internamente.
- Hacer un plan integral colocando las personas y a cultura de la organización en el centro.
“La tecnología y la digitalización es una oportunidad para crecer” es una sentencia que es denominador común en las empresas. En algunas de estas empresas estos cambios pueden ser un factor de riesgo y el cambio en sus procesos debe ser radical. Pero es un riesgo que debe tomarse o ser relegado del mercado.
Estamos rodeados de ejemplos claros de esta sentencia, en el turismo, la movilización, la música con aplicaciones como Airbnb, Uber, Spotify. Este tipo de empresas han encontrado oportunidad de hacer “disrupción” de marcado y contribuir a nuevos modelos de negocio orientados a satisfacer las expectativas del nuevo consumidor digital.
¿Transformar o morir?
Convertir la transformación digital en una oportunidad exige modificar los procesos empresariales necesarios para aprovechar los avances tecnológicos: “El reto está en llegar al consumidor y digitalizar los canales de comunicación con el cliente”.
Las nuevas tecnologías no sólo han modificado las formas de gestión de los negocios, sino también la relación de estos con los consumidores. Si hasta hace poco se hablaba del consumidor en términos generales, ahora es necesario hablar de consumidores digitales y definir sus propias características.
En esencia, se trata de todas aquellas personas que utilizan las plataformas, las redes sociales, las aplicaciones móviles y muchos otros recursos digitales para adquirir los productos y los servicios que necesitan.
Atrás quedaron los tiempos en que el cliente/consumidor era un jugador pasivo ante la gama de ofertas que encontraba en el mercado. Ahora es él quien determina en gran medida dichas ofertas y quien tiene el poder de elección. Ya no compran bienes y servicios, compran experiencias.
¿Es costoso el cambio?
Uno de los paradigmas heredado de eras pasadas, dice que invertir en tecnología es un costo alto. Partamos por lo que ya había mencionado antes, no es un gasto es una inversión. Por otro lado, el acceso a tecnología y sus beneficios ha ido disminuyendo con el tiempo y ha dejado de ser algo inalcanzable y privativo para las grandes empresas.
El acceso a internet es otro catalizador y a la vez facilitador para el acceso herramientas de última generación. A partir de esto último podemos hablar de software como servicio.
Se ha ido derrumbando poco a poco el pensamiento que las empresas tienen de ser resistentes a este tipo de servicio porque consideran que están “alquilando” un software. Sin embargo, el modelo trae consigo múltiples beneficios.
El concepto SaaS es un acrónimo del inglés Software as a Service, es decir, “software como servicio”. Este tipo de servicio se caracteriza por ser flexible y evolutivo, ya que las empresas lo contratan para satisfacer una necesidad y pagan solamente por los módulos del software que serán utilizados sin realizar una alta inversión en administración e infraestructura (servidores, redes, datacenter).
La adaptación al entorno forma parte de cualquier ser vivo. Quien mejor la realiza, vive; quien no, se extingue. Las nuevas tecnologías se implantan cada vez en más y más organizaciones. Las actualizaciones de softwares se suceden unas a otras, y tus sistemas tienen que saber hablar el mismo lenguaje de tus clientes y colaboradores.
Es necesario saber que fuera de nuestro entorno, los procedimientos se desarrollan y exigen avances sociales, culturales y empresariales y, si quieres participar en ese baile, tienes que saber llevar el ritmo.
La Transformación Digital de las empresas permite estar al día de lo que ocurre fuera, no nos deja desfasados y favorece la continuidad del negocio. Estamos a tiempo de subirnos al tren.
Por: Luis Villafuerte - lvillafuerte@digitalstrategy.com.ec
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